Wifi en las cafeterías ¿acierto o problema?

Muchas cafeterías se plantean si instalar un Wifi abierto para sus clientes, pero les surgen muchas dudas, sobre todo cuando el local está cerca de una universidad o en zona de oficinas, ya que corren el peligro de que cada mesa se convierta en una improvisada oficina en la que el trabajador, por el precio de un café, disponga de un lugar resguardado e Internet durante toda la mañana.
Aunque la cortesía y las buenas maneras implican tener que pedir una consumición al menos cada hora que se permanezca trabajando en un local, no todo el mundo es consecuente con esta norma no escrita y eso hace necesario tomar una serie de precauciones.
La Wifi no solo es una herramienta de trabajo, mucha gente busca locales con conexión para poder usar sus teléfonos y no disponer del servicio podría restarnos clientes que se irían a otra cafetería cercana.  Así pues todo radica en equilibrar la balanza.
Algunos locales han optado por una solución muy eficaz.  En la zona menos solicitada del local, que también suele ser la más tranquila, han instalado varias mesitas pequeñas para uso individual. Al lado de la mesa hay un enchufe para el portátil e incluso tienen la posibilidad de una cajonera con llave para guardar sus cosas mientras van al baño.
Esa parte de la cafetería sería un espacio llamado “work-frendly”, especialmente diseñado para las personas que necesitan hacer de la cafetería su lugar de trabajo.  El resto del local sería una cafetería normal para el resto de los clientes.
Una forma inteligente de reunir a dos tipos de clientes muy diferentes en un mismo local.
 

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